Como no puede ser de otra forma, el primer día hay que dedicarlo a recorrer los lugares que ver en Salta cercanos a la plaza 9 de Julio.
La plaza 9 de Julio está rodeada por construcciones antiguas. No puedes perderte la visita a la Catedral Basílica, del siglo XIX, con su fachada rosada que llama la atención, y el Cabildo Histórico que recorre la historia colonial de la región y tiene un patio interior con suelo de piedra en perfecto estado de conservación. Aprovechando la cercanía, una de las visitas obligadas que hacer en Salta es el Museo Arqueológico de Alta Montaña, famoso por albergar las momias incas de Llullaillaco.
Al mediodía toca el turno del mercado municipal San Miguel. Con gran cantidad de puestos, lo alberga un antiguo edificio de Salta. En su interior se pueden comprar dulces y mermeladas regionales, vinos, nueces, artesanías y hasta hojas de coca. Si tienes un poco de hambre, hay que hacer una parada en el patio de comidas para probar la humita y otras comidas caseras.
Sobre la tarde, es el momento para caminar por la calle Caseros y contemplar la fachada del convento de San Bernardo. Enfrente, se encuentra el Café del Convento, un lugar para disfrutar de algo dulce en las mesas exteriores con vistas al edificio histórico.
Para cenar, llegó el momento de disfrutar de la gastronomía local en el restaurante Doña Salta, que funciona en una antigua casona del centro. La comida es casera y las porciones muy abundantes. No dejes de probar el locro y las empanadas salteñas.