-La postal más reconocible de Colonia es la de la calle de los Suspiros en el casco histórico. Esta calle nace en la Plaza Mayor y desciende hacia el río. La calzada es de empedrado y no tiene veredas, tal como se estilaba antes. Las casas son típicas de la primera mitad del siglo XVIII, con paredes de piedra pintadas de colores alegres y techos de teja.
-El faro, que data de 1857, se construyó sobre una de las torres del antiguo convento de San Francisco. Vale la pena el esfuerzo de subir hasta arriba, ya que desde sus 26 metros de altura se obtienen hermosas vistas del río y de la ciudad. A sus pies se encuentran las ruinas del convento construido en 1690.
-Colonia fue fundada por los portugueses en 1680, quienes le asignaron una función militar estratégica contra los españoles. Entre las huellas que dejaron sus fundadores, se encuentra el uso de azulejos. Así, el Museo del Azulejo (en calle Misiones de los Tapes, 104) tiene una colección de azulejos de arcilla traídos de Francia y Portugal y fabricados en lo que era territorio colonial.
-Para entender la historia de la ciudad, visita el Museo Español en la calle de San José. La casona es de mediados del siglo XVIII y conserva muchas características originales. La colección incluye trajes típicos, cuadros, cerámicas y otros elementos que recrean cómo vivían las primeras familias españolas llegadas a Colonia a partir de 1770.