Este hotel es ideal para toda persona que busque un espacio de relajación tras un día de turismo en Villa Gesell. Cuando hayas cumplido tu cuota diaria de sol, arena y mar, dormite una siesta reparadora en las hamacas que cuelgan entre los pinos del parque, o leé un libro en la acogedora sala de estar. Más tarde, ya al reparo del viento, date un baño en la pileta y, luego, relajate en el hidromasaje del spa a cielo abierto.
Si el clima no acompaña, disfrutá de la pileta cubierta y climatizada con funciones lúdicas y luces, o revitalizate con las terapias del spa vip y sus vistas al mar. Un buen plan para que te entretengas puertas adentro es que elijas una de las 150 películas disponibles y la veas en el cine privado.
Si preferís renovar energías, la habitación deluxe tiene el jacuzzi siempre listo para que desde allí aprecies el atardecer en el mar.
Para la cena, los dos restaurantes del sexto piso ofrecen menús para todos los gustos: desde comida oriental hasta manjares mediterráneos con especialidad en frutos de mar. Cualquier alternativa conviene acompañarla con un buen vino de la cava privada.