Hoteles en Roma para todo tipo de huéspedes

Llegás a Roma con paquetes de pañales, peluches y mantas de bebé a cuestas. Puede ser temprano en la ciudad, aunque después de un viaje agotador y una noche sin dormir, sentís que es tardísimo. Por suerte, reservaste un hotel donde te sentirás como en casa, así que podrás relajarte y descansar en habitaciones amplias y con una decoración temática. Con una puntuación de 93 sobre 100 por parte de los usuarios, creemos que Gli Artisti es el lugar perfecto para hospedarte en Roma con tu familia.

Una buena opción es reservar la habitación amarilla, con entrada independiente y ambientes súper amplios, donde podrás preparar cómodamente tu itinerario para recorrer la ciudad. Este bed and breakfast se encuentra a 100 metros de la estación de subte Ottaviano, desde donde podrás llegar a la famosa estación Termini, y a solo 10 minutos del Vaticano. Como verás, su ubicación es perfecta. Preguntales a los dueños cuáles son las principales atracciones en Roma y cuál es la mejor forma de moverte por la ciudad. Además, podés pedirles que te recomienden los mejores lugares para salir a comer y probar las delicias más tradicionales. Las habitaciones tienen wi-fi y aire acondicionado, y se ofrece un desayuno en la cocina compartida, donde nunca falta el ingrediente preferido de los más chiquitos (y los adultos golosos): ¡la Nutella!

Suena la alarma y te despertás con los rayos de sol que se reflejan en la ventana de tu habitación. Son las 9:30 a.m. y es el primer día de tus vacaciones en Roma. Un día cualquiera, apagarías la alarma y seguirías durmiendo un ratito más, ¿no? Sin embargo, en La Maison D’Art el desayuno termina a las 10:00 a.m., así que mejor no te dejes llevar por la fiaca y empezá tu aventura desde temprano. Alrededor de las 10:30 a.m., estarás fresco como el helado de limón. Después de un típico desayuno italiano y en medio de la atmósfera artística de este hermoso hotel, estarás lo suficientemente inspirado para arrancar el día.

¿Por qué hospedarse en La Maison D’Art? Si estás en Roma, es porque te interesa la cultura y la historia. Este hotel tiene una ubicación estratégica en el centro histórico de Roma, de modo que estarás a un paso de las principales atracciones, como el Panteón, la Plaza Navona y Campo de Fiori. También estarás muy cerca de la Plaza Venecia, la Plaza de España, el Coliseo y el barrio de Trastévere. Las habitaciones de La Maison tienen pisos de mosaico, aire acondicionado y ventanas enormes con características exclusivas de la arquitectura histórica. En este establecimiento, sentirás que cada momento de tus vacaciones en Roma es una experiencia única.

Tus vacaciones divertidas en familia te recuerdan a la película Las vacaciones europeas de una chiflada familia americana y todavía no llegaste al hotel. Se suponía que sería un viaje para disfrutar con tu familia, aunque empezás a sentir que no es lo que esperabas. Llegás al Hotel Apollo y tus hijos desaparecen en dos minutos, pegados al celular y pretendiendo que no los vean con sus padres. ¿Se puede hacer algo para superar el síndrome del adolescente insatisfecho?

Claro que sí. Este encantador hotel impresiona a huéspedes de todas las edades con sus techos con vigas de madera, sus balcones elegantes (desde donde tu hija sueña con ver a su Romeo cantarle una serenata), y su terraza perfecta para sacar las mejores fotos. Además, a muy poca distancia se encuentran la Fontana di Trevi y el Coliseo, dos de los sitios más emblemáticos de la ciudad. Y como si esto fuera poco, te hospedarás en una habitación familiar súper amplia y podrás disfrutar de un desayuno italiano gratuito que se sirve en la terraza cubierta todas las mañanas. Eso sí, todos juntos y en la misma mesa.

Cuando aterrices al aeropuerto de Roma, olvidate de llegar al hotel en transporte público: Simone, una italiana muy simpática, te estará esperando para llevarte al Palazzo Manfredi en limusina. Quienes reserven este hotel se hospedarán en una antigua escuela de gladiadores excavada en la década del 60. El edificio donde se encuentra el Palazzo Manfredi primero fue una mansión del siglo XVII, después fue sede de una cabaña de cacería y, finalmente, se convirtió en un hotel de lujo.

Algunos detalles de diseño imitan la arqueología de la ciudad. Las columnas de mármol antiguas, los rasgos inconfundibles de estilo barroco y la dosis justa de modernismo se combinan a la perfección. Cada habitación tiene un empapelado único y una selección de almohadones exclusiva. Disfrutá de una vista impresionante al Coliseo y deleitate con una comida típica italiana en el restaurante Aroma que se encuentra en la terraza. Para empezar, te recomendamos que sigas las tradiciones: pedí un antipasti (entrada) y un primi piatti (pasta) antes de pasar a los platos principales. Aroma también ofrece un menú libre de gluten. Tendrás opciones como risotto de azafrán con estofado de ternera, o escalopes al horno con crema de hinojo y alcaucil, así que no tendrás que preocuparte por tu dieta. Con una copa de vino en la mano y una vista panorámica, tu experiencia en Roma estará completa en el Palazzo.

Durante todo el vuelo estuviste pensando en las calles de Roma repletas de turistas y el ruido del tráfico. Las principales atracciones ya las visitaste hace unos 30 años por primera vez cuando viajaste como mochilero, después solo y finalmente con tu media naranja. Todas las veces que estuviste en Roma, volviste a casa más cansado de lo que te fuiste, aunque aceptaste volver una vez más porque esta ciudad tiene un romanticismo inexplicable. Te alejás un poco de la ciudad, y al llegar sentís la caricia de una brisa fresca. De fondo, el único sonido que se escucha es el del viento al mover las hojas de los árboles.

Bienvenido: llegaste al Castello della Castelluccia. Construido en el siglo X, este rincón fascinante de Roma sigue viendo pasar el tiempo con obras de arte del siglo XVI, muebles antiquísimos y una torre del siglo XII que mantiene sus rasgos más característicos. Cada una de sus 23 habitaciones tiene algún toque exclusivo, como camas con dosel del siglo XVIII, baños de mármol y chimeneas majestuosas. Además, cada una lleva el nombre de las familias aristocráticas que vivieron en el castillo. Este hotel está ubicado en las afueras de Roma. Si querés ir a pasear por la ciudad, podés usar un servicio de traslado a la estación de subte más cercana, que se encuentra a 6 kilómetros. Date el lujo de disfrutar lo mejor de Italia a tu propio ritmo. Incluso, podés comer en el restaurante del hotel, La Locanda della Castelluccia. Con una decoración de estilo medieval, podrás probar platos tradicionales de la región de Umbría. Asegurate de hacer tu reserva con anticipación porque este restaurante es el preferido de los huéspedes. Los fanáticos del deporte encontrarán un campo de golf en los alrededores, aunque el castillo tiene baño turco, spa y pileta.

Llegás a Roma con tu valija Rimowa y te tomás un Uber hasta el hotel. Reservaste tu estadía con varios meses de anticipación después de hacer una búsqueda en Instagram para encontrar la mejor opción. El chofer te deja en Plaza Navona, caminás unos pasos y llegás al G-Rough Rome. Estás ansioso por saber si cumplirá con tus expectativas de diseño de primer nivel, lo que confirmás apenas te das cuenta de que ese edificio de lujo del siglo XVI de cinco pisos que está enfrente tuyo es el hotel que reservaste. Las paredes y las vigas de madera rústicas hacen un contraste perfecto con los muebles de estilo, la mayoría de los cuales datan del siglo XX y llevan el nombre de sus famosos diseñadores italianos, como las sillas Giò Ponti y las lámparas Joe Colombo. Ya podés descansar tranquilo, estás en el lugar que querías. 

Acá, el lema es “Hecho en Italia”. Mientras tomás un espresso en el bar, podés averiguar cuáles son los tesoros escondidos de Roma, además de los museos y palacios menos famosos, y así preparar un tour fuera de lo común. Dada tu condición de “poco convencional”, preferís reemplazar una visita al Coliseo por divertirte con las artesanías locales, o por salir a recorrer las callecitas menos conocidas con una Vespa. Al caer la noche, podrán encontrarte en el bar tomando un Campari Spritz mientras disfrutás de la atmósfera italiana y te sentís como un local más. Te irás de Roma con la certeza de que el viaje fue exactamente como soñabas, y que tuvo todo lo que busca un aventurero tan sofisticado como vos.

Viajás a Roma por trabajo y decidís quedarte unos días más para descansar un poco. Ya que estás ahí, ¿por qué no? Toda tu ropa está perfectamente acomodada en tu valija Vocier para que no se arrugue, y eso te define como una persona prolija. Por lo tanto, querés un hotel que sea como vos. Mientras que otras personas que viajan por trabajo pueden optar por hospedarse cerca del aeropuerto y quedarse en un hotel de nombre familiar, vos preferís contemplar las cúpulas de las iglesias y despertarte sintiendo la magia de Roma. Para eso, tenés que quedarte en el Tree Charme.

Ubicado frente al río Tíber, este hotel se encuentra en un edificio romano del siglo XX, con muebles estilo Art Decó y un diseño relajado, tranquilo y muy cool. El Tree Charme está en el coqueto barrio de Trastévere, lleno de bares, negocios y cafeterías, donde nadie te servirá un cappuccino después de las 10 a.m. (¡un sacrilegio para los italianos!). Antes de tu reunión, podrás disfrutar de un delicioso desayuno en la terraza. Por la tarde, recorré los sitios más clásicos de la ciudad, o quedate en Trastavere y disfrutá de los eventos locales. Después de tomar una última copa en el bar de la esquina, estarás listo para un merecido descanso en tu habitación de estilo retro. Aunque tu estadía en Roma será de pocos días, en el Tree Charme tendrás la posibilidad de vivir una auténtica experiencia local.

Venís arrastrando tu carry-on desde que bajaste del avión y sentís que ya pasaron mil horas. Bajás del subte y empezás a caminar con el mapa en la mano tratando de encontrar tu hotel. A medida que atravesás esa callecita adoquinada, te das cuenta de que la zona es exactamente como la imaginabas. De fondo se escuchan las campanas de la iglesia y acabás de ver un restaurante que te encantaría conocer, sobre todo por el apetito que tenés.

Finalmente, llegás al Relais Giulia, un hotel donde podrás observar algunos vestigios del Renacimiento romano con un estilo minimalista. Desde el momento del check-in, sentirás la calidez del personal del hotel, que te contará todo lo que necesitás saber para que tu estadía sea genial. Una vez en la habitación, te fascinará la decoración, que incluye una cama con dosel y los restos de algunas pinturas antiguas. Sentí la frescura del piso de piedra después de tanto caminar mientras abrís las ventanas para que entre la luz y escuchás el sonido suave del patio interior. Si te levantás temprano, podés pedir que te lleven el desayuno continental a la habitación. También podés disfrutar del desayuno buffet en el patio, vos elegís. El hotel se encuentra a poca distancia de la mayoría de los lugares principales, así que podés aprovechar para ir caminando y así también conocer lugares para probar lo mejor de la cocina italiana. Ya sea por el hotel, las ruinas romanas o el helado italiano, estamos seguros de que tu estadía en el Relais Giulia será tan placentera que querrás volver cuanto antes.