Las mejores escapadas para un fin de semana largo en Argentina

Alejado de todo ruido y contaminación urbana, La Comarca está emplazado en una gran finca en las afueras de Uspallata, donde la tranquilidad y paz reinante son moneda corriente.

Rodeada de una escenografía de alta montaña que abarca los 360 grados, el paisaje del lugar va cambiando del día a la noche: apenas te levantas te sorprende el vuelo de las aves y los picos nevados de fondo; por la tarde el sonido del viento andino invita a una siesta en la cabaña completamente equipada; y por la noche el cielo estrellado es quien gana protagonismo.

De más está decir que si realizas una escapada para fin de semana largo en el alojamiento, la relajación es absoluta, sobre todo si vienes al destino a hacer senderismo, rutas en coche por los paisajes áridos o deportes de aventura.

Después de estas intensas actividades te espera la piscina climatizada cerrada, con la particularidad de ver el entorno y el cielo mientras estás cómodamente en el agua. A su vez, la zona exterior de uso común invita a tomar algo caliente mirando las estrellas.

Con todo su esmero y dedicación hacia los huéspedes, Dardo y Silvana, los dueños de la Posada y cabañas El Barranco en El Chaltén, han hecho del lugar una perfecta combinación entre las prestaciones de un bed&breakfast para parejas o personas que viajan solas junto con la opción de cabañas para familias.

La edificación moderna con amplios ventanales permite contemplar el gran espacio verde que rodea el lugar y los cerros nevados que sobresalen en el horizonte.

El desayuno continental con cereales, frutas y mermeladas caseras da la fuerza necesaria para emprender el ascenso a pie por los senderos del Parque Nacional Los Glaciares. Llegar casi a tocar las nubes con las manos en la laguna Los Tres y el cerro Fitz Roy es el principal objetivo de quienes llegan a estas tierras.

Al regreso, los sillones del área común son ideales para descansar leyendo un libro o mirando la televisión. Si por la noche todavía te quedan energías, la posada dispone de una zona de parrillas cerradas y calefaccionadas para lucirte con un cordero o carne a las brasas.

En Salta capital, Prisamata Boutique funciona en una casona de estilo colonial en la que destacan los finos detalles de su decoración, transformándolo en un hotel ideal de escapada para un fin de semana largo de a dos.

Cada una de las habitaciones tiene un diseño único y confortable, que se complementa con el patio interior de baldosas rojas para compartir un café o un aperitivo y el jacuzzi en la terraza con unas fantásticas vistas a los cerros y el centro de la ciudad.

Al estar ubicado a solo tres cuadras de la plaza 9 de Julio, alcanza con caminar unos cinco minutos para estar rodeado de edificios coloniales con mucha historia como el Cabildo, visitar el famoso museo de Arqueología de Alta Montaña o tomar algo en la terraza de alguna confitería.

Después de una larga caminata por el centro, las experiencias en el hotel no se terminan. Hay que acercarse a su pequeña pero preciosa bodega para degustar un vino local de selección.

Con un estilo elegante en Córdoba capital, Sol de Piedra Apart es un oasis de tranquilidad en el centro de la ciudad. Sus habitaciones espaciosas y modernas incluyen una pequeña cocina con barra para hacer una comida rápida y un balcón privado para tomar algo con mayor intimidad.

Entre las instalaciones resalta el spa con tratamientos faciales, el gimnasio para mantenerse en forma y un excelente desayuno que se ofrece tanto en el salón común como en la habitación.

El alquiler de bicicletas gratuito que provee el hotel invita a darse una vuelta por el centro histórico recorriendo el legado jesuita en el colegio y Universidad Nacional de Córdoba, la imponente Catedral y el Cabildo.

También hay que dejarse tiempo para pasear por los centros comerciales, en especial el patio Olmos y el Paseo del Buen Pastor, una antigua cárcel de mujeres hoy transformado en centro cultural y de ocio. Para finalizar el día, una cerveza artesanal en el bar Patagonia no está nada mal.

Ubicado en primera línea de playa, desde el hotel Península Valdés puedes mirar sentado cómodamente en la cama los primeros rayos del sol reflejarse sobre la inmensidad del mar.

Con suerte, también puedes divisar el salto de una ballena si visitas Puerto Madryn entre julio o noviembre. Luego de disfrutar de un variado desayuno, puedes bajar a la playa y emprender una caminata por la costanera rumbo al monumento al Indio Tehuelche y el Ecocentro.

Una de las recomendaciones que te harán en el hotel es visitar los alrededores de la ciudad, especialmente la playa El Doradillo para ver las ballenas desde la orilla, o la playa Paraná en el extremo opuesto, para sentarse sobre las piedras, observar el barco encallado y tomar unos mates.

Luego del recorrido toca la vuelta al hotel, tomar un masaje de pies o cuello, y antes de ir a dormir saborear una buena comida patagónica en su restaurante o degustar una cerveza o licor en el bar.